
Has buscado en Google si debería ver a un psicólogo.
También has leído algo sobre coaching.
Incluso te ha llegado alguna propuesta de mentoría, o talleres para jóvenes.
No es que no te intereses.
Pero cuanto más miras, más difícil es saber qué encajaría con tu hijo.
Y mientras tanto, los días pasan.
Y él sigue encerrado en lo suyo.
Todo suena parecido, pero nada encaja del todo
No es que no quieras hacer algo.
Lo llevas pensando semanas.
Incluso has preguntado a otros padres.
Psicólogo, terapeuta, coach, mentor…
Al principio parecen opciones distintas.
Pero cuando empiezas a leer, suenan igual.
“Acompañamiento”, “procesos”, “confianza”, “objetivos”…
Palabras que no te aclaran nada.
¿Hace falta un diagnóstico para que empiece a moverse?
¿Alguien que le escuche y le entienda?
¿O alguien que no se trague sus excusas, pero tampoco le deje caer?
Porque no se trata solo de hablar.
Ni de sentirse mejor.
Ni de tener técnicas para calmarse.
Se trata de que algo cambie.
De que deje de encerrarse en lo mismo, una y otra vez.
Tu hijo necesita ayuda.
Pero no cualquier ayuda.
Y lo intuyes.
No es el título lo que cambia las cosas
A veces parece que todo depende de acertar con el profesional adecuado.
Como si el problema fuera encontrar la etiqueta correcta: psicólogo, coach, mentor, terapeuta…
Pero no.
El cambio no ocurre por acertar con la persona.
O por dar con la técnica exacta.
El cambio ocurre cuando él empieza a moverse.
Aunque le incomode.
Aunque no tenga claro para qué.
Aunque al principio lo rechace.
Y eso no lo hace un título.
Lo hace una relación que no le deja esconderse, pero tampoco le suelta cuando empieza a temblar.
Ya has visto lo otro.
Estuvo con un psicólogo, pero solo hablaban y salía igual que entraba.
Probaste unas sesiones online de coaching, y al tercer día ya ni quería conectarse.
| Opción | Qué hace (de verdad) | Qué puedes esperar |
|---|---|---|
| Psicólogo | Evalúa, diagnostica, trata síntomas clínicos. | Diagnóstico, tratamiento, seguimiento. |
| Terapeuta | Trabaja emociones, escucha activa, contención emocional. | Procesos largos, mejora progresiva. |
| Coach | Marca objetivos, busca motivación, estructura acciones. | Sesiones orientadas a metas. |
| Mentoría | Aporta experiencia personal, guía desde la práctica. | Consejos y ejemplos desde lo vivido. |
| Esto (Valientes Posibles) | Le enfrenta con lo que hace y lo que evita. No suaviza ni decora. | Movimiento real desde lo incómodo. |
Lo que se hace aquí, si vienen
Aquí no se le anima.
No se le entretiene.
Tampoco se le llena de teorías ni ejercicios.
Se le mira como si ya pudiera.
Aunque no lo crea.
Y desde ahí, se le confronta con lo que hace.
Con lo que evita.
Con lo que repite aunque le haga daño.
No se le empuja sin sentido.
Pero tampoco se le espera sentado.
Lo que se trabaja aquí no es que se sienta mejor.
Es que empiece a respetarse.
Y cuando eso pasa —aunque sea torpe, aunque no lo diga—,
se nota.
Tu hijo lo nota.
El hijo que fue a buscar el fuego
Dicen que había una vez una comunidad que se estaba quedando sin fuego. El frío avanzaba, y si no encontraban calor, todos morirían. Un hijo decidió partir a buscarlo.
El camino fue largo. Se perdió. Dudó. Cayó. Muchos pensaron que no volvería.
Pero volvió. Con el fuego.
Aunque ya no era el mismo.
Lo que lo salvó no fue el fuego que encontró, sino la decisión de salir aunque no supiera cómo.
Hay padres que intentan traer el fuego por él.
Pero hay caminos que solo se encienden cuando es el hijo quien se atreve a salir.
Aunque no sepa cómo.
Aunque dé miedo verle partir.
🔗 OTRAS FORMAS DE AYUDA (SI YA TIENES CLARO LO QUE BUSCAS)
Si lo tienes claro y solo quieres explorar opciones concretas:
– Terapia para adolescentes en Madrid, Colmenar Viejo y online
– Coaching para adolescentes en Madrid y Sierra Norte
– Psicólogo para adolescentes en Madrid – Hortaleza
– Psicólogo para adolescentes en Colmenar Viejo
– Sesiones online para adolescentes: sin traslados, sin excusasSi aún no lo tienes claro, mejor empieza por escribir.
Cómo contactar conmigo
Escríbeme o llámame si de verdad quieres hablar de lo que pasa en casa. No si solo tienes curiosidad.
Frente al bloqueo
No es que tu hijo no quiera salir de ahí.
Es que no sabe cómo.
No hace falta empujarle.
Pero sí mover ficha.
Da el primer paso →

