Cuando la fuerza parece pequeña, pero sigue ahí

Llegas cansado. O desesperado.
No necesariamente enfadado.
No necesariamente roto.
Simplemente cansado de intentarlo todo sin saber ya si sirve para algo.

A veces es una discusión tras otra.
A veces es el silencio que no sabes cómo atravesar.
A veces es ver a tu hijo hundido, desconectado, atrapado en una pantalla, en su ansiedad o en su propio vacío.

No vengo a encender hogueras nuevas.
Vengo a ayudarte a encontrar la brasa que todavía respira bajo la ceniza.

No necesitas creer en nada.
Solo acercarte sin esperar fuegos artificiales.
Sin esperar milagros.
Solo la posibilidad de no seguir congelado.

Si has llegado hasta aquí, es porque algo en ti no se ha rendido

Ya has puesto límites.
Ya has dado espacio.
Ya has hablado, has esperado, has corregido, has dudado.

Y aun así, sigues aquí.
Buscando algo que no suene vacío.
Algo que no te diga que todo va a arreglarse solo.
Algo que no te culpe ni te venda soluciones empaquetadas.

Eso que sigues buscando también es una brasa.
Y merece ser cuidado.

Qué es Valientes Posibles

Valientes Posibles no es un gabinete.
No es un equipo de especialistas.
No es una fórmula para corregir adolescentes.

Soy yo. Eugenio.
Una persona real, que sabe lo que pasa cuando con los hijos el cansancio, la frustración o la culpa se hacen grandes.
Que no está aquí para juzgarte, ni para salvar a nadie.

Estoy aquí para ofrecerte calor suficiente para que puedas volver a moverte.
Dirección suficiente para que no sigas atrapado en los mismos intentos.
Claridad suficiente para que empieces a ver qué puedes hacer distinto.

No te prometo soluciones rápidas.
Te ofrezco una forma distinta de sostener lo que importa.

¿Qué hago exactamente?

Trabajo para que tu hijo vuelva a recuperar el control sobre su vida.
No desde la presión ni desde la permisividad.
Sino ayudándole a entender que su manera de actuar tiene peso real.

Provoco, reto, y sostengo espacios donde él pueda mirarse sin adornos.
Le hago sentir que no está solo, pero que tampoco puede seguir esperando que otros resuelvan lo que solo él puede mover.

Contigo, padre o madre, trabajo el marco necesario:
para que no sobreprotejas, no impongas, y tampoco te desentiendas.
Para que sostengas el calor justo donde haga falta, y no más.

¿Y lo que no hago?

No trabajo para que tu hijo sea “más obediente”.
No le enseño a seguir normas sin entenderlas.
No busco que encaje en un molde de adolescente perfecto.

No pretendo eliminar su malestar como quien arregla una máquina rota.
No fabrico cambios rápidos que no se sostengan.

Tampoco te prometo un camino fácil.
El cambio que importa no es cómodo.
Es un movimiento interno que nace de él, no de ti, no de mí.

Sesiones en Colmenar Viejo, Hortaleza o Online

Trabajo con jóvenes que están bloqueados, desconectados o atrapados en conflictos que ya no saben manejar.
Trabajo con padres que necesitan un lugar donde pensar en voz alta, sin sentirse culpables, sin sentirse solos.

No hay un programa cerrado.
No hay un número fijo de sesiones.
No hay una receta que funcione igual para todos.

Hay conversaciones reales.
Hay un proceso que se adapta al momento de tu hijo, y al vuestro como familia.

Puedes empezar de tres formas:
en Colmenar Viejo, en Hortaleza, o de forma online.

La clave no está en el formato.
Está en la decisión de actuar distinto.

Colmenar Viejo: Mi base principal

🔹 Sesiones a lo largo de la semana.
🔹 Mayor flexibilidad horaria.
🔹 Ideal si vives en la Sierra Norte de Madrid.

¿Problemas con tu hijo adolescente en Colmenar Viejo? Encuentra ayuda aquí

Hortaleza (Madrid): Disponibilidad limitada

🔹 Atiendo más limitado en horarios.
🔹 Opción para quienes viven en Madrid capital o alrededores.

¿Problemas con tu hijo adolescente en Hortaleza, Madrid? Encuentra ayuda aquí

Online: estés donde estés

🔹 Sesiones por videollamada.
🔹 La misma dirección clara, la misma firmeza templada, sin importar la distancia.

Problemas con tu hijo adolescente. Podemos empezar, estés donde estés.

Trabajo en dos espacios distintos, según el día y el momento.

Uno es mi casa en Colmenar Viejo, un lugar sencillo, sin pretensiones, donde todo respira con calma.
El otro es un piso pequeño en Hortaleza, en Madrid, más urbano, más recogido, pero también con su propia intimidad.

No son centros.
No son despachos.
Son lugares reales, sin escaparate.
Espacios donde se puede empezar a estar, sin tener que demostrar nada.

A veces hace falta otra voz

No es que no lo hayas intentado.
Has hablado.
Has esperado.
Has marcado límites.

Y aun así, algo se ha ido enfriando entre vosotros.

A veces no hace falta entenderlo todo.
A veces solo hace falta saber que no quieres seguir igual.
Y entonces buscar otra voz.
Una mirada nueva.
No más blanda.
No más dura.
Solo distinta.

Cuando ves que tu esfuerzo ya no basta, es momento de actuar distinto.

No necesitas tener todas las respuestas para dar un primer paso.
No necesitas esperar a que la situación sea insostenible.

A veces, basta con decidir que merece la pena actuar de otra manera.
Que el respeto, la responsabilidad y el valor de moverse siguen valiendo más que el miedo, la rabia o la resignación.

Si crees que ha llegado ese momento, aquí tienes un lugar donde empezar a construirlo.

Sin prisa.
Sin adornos.
Pero con toda la seriedad que merece sostener el movimiento que todavía es posible.

Si quieres, puedes escribirme o llamarme directamente: