Ayuda Profesional para Padres Desbordados en Madrid

Introducción

Ser padre es una de las tareas más gratificantes, pero también una de las más desafiantes. Enfrentarse a las actitudes y problemas de los hijos puede llevar a muchos padres a sentirse perdidos o desbordados. Si estás en Madrid y necesitas orientación, mi servicio de mentoría basado en el coaching y la psicología está aquí para ayudarte. Como mentor, he trabajado con numerosos padres que han encontrado en mi apoyo la clave para transformar su dinámica familiar.

¿Qué Ofrezco?

Mi enfoque de mentoría combina herramientas de la psicología y el coaching para proporcionar un apoyo integral a los padres. Entiendo que cada familia es única, por lo que mis soluciones están adaptadas a tus necesidades específicas.

Te ayudo a identificar tus objetivos, mejorar tus habilidades de comunicación y establecer estrategias efectivas para manejar situaciones difíciles con tus hijos. Trabajo contigo para entender las dinámicas familiares y ofrecerte herramientas para mejorar la relación con tus hijos, abordando problemas emocionales y conductuales de manera profunda y efectiva.

Mentoría Personalizada para Padres

Ofrezco mejoras continuas para fortalecer tu relación familiar, no soluciones instantáneas.

¿A Quién Va Dirigido?

Padres de Adolescentes con Comportamientos Desafiantes

Si tu hijo adolescente muestra comportamientos rebeldes, como el consumo de sustancias o problemas de disciplina, te ayudaré a comprender y abordar estas actitudes. Trabajaremos juntos para identificar las raíces del comportamiento y establecer estrategias para mejorar la comunicación y establecer límites saludables.

Padres de hijos que Sufren Bullying

El acoso escolar puede tener efectos devastadores en los adolescentes. Te proporcionaré herramientas para apoyar a tu hijo emocionalmente y trabajar con la escuela para solucionar el problema. Desarrollaremos estrategias para mejorar la autoestima de tu hijo y enseñarle cómo manejar el acoso escolar de manera efectiva.

Padres que Quieren Inculcar Valores de Responsabilidad

Enseñar a los jóvenes y adolescentes el valor del esfuerzo y la responsabilidad puede ser un desafío. Te ayudaré a motivar a tus hijos y fomentar su autonomía. Implementaremos métodos que te permitan inspirar a tu hijo a trabajar con ilusión y adquirir responsabilidad sobre si mismo, sin necesidad de supervisión constante.

Padres de Hijos con Trastornos de Alimentación

Los trastornos de alimentación requieren una atención especial y un enfoque multidisciplinario. Te ofreceré apoyo psicológico y estrategias de coaching para ayudarte a manejar mejor la situación. Encontraremos soluciones efectivas cuando otros tratamientos no han funcionado.

Padres que No Pueden Comunicarse con sus Hijos

La falta de comunicación efectiva puede generar conflictos y malentendidos en la familia. Te ayudaré a desarrollar habilidades de comunicación que mejoren la relación con tus hijos. Trabajaremos en técnicas para escuchar y hablar de manera que fomente el entendimiento y la cooperación mutua.

Padres Agobiados por el Estrés Familiar

El estrés y la presión de la vida diaria pueden afectar negativamente la dinámica familiar. Te proporcionaré herramientas para manejar el estrés y poder enfocarte en hacer que lo mas importante sea lo mas importante. Desarrollaremos estrategias para reducir su impacto en la familia.

Todos los jóvenes son ...

¿Y si algunas de las cosas que creo o sé sobre la adolescencia no son ciertas?

 Daniel J. Siegel, desmonta algunos de los mitos sobre la adolescencia y los adolescentes en este breve vídeo que te recomiendo ver. Siegel es un médico estadounidense; y, profesor clínico de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dentro de la Facultad del Center for Culture, Brain, and Development.

Apuntes Previos para los Padres

Antes de abordar cualquier problema, es fundamental recordar la importancia del amor y el apego en la relación con tus hijos. Mantener presentes estos elementos esenciales es crucial, ya que forman la base sobre la cual se construye una relación familiar fuerte.

El amor y el apego son los pilares sobre los que se construye el bienestar emocional de los adolescentes

El Amor

El amor en el contexto familiar es el sentimiento profundo y afectuoso que los padres sienten por sus hijos. Es una emoción poderosa que motiva a los padres a cuidar, proteger y apoyar a sus hijos incondicionalmente.

El Apego

El apego es el vínculo emocional específico que se forma entre el niño y los padres o cuidadores principales. Este vínculo, si es seguro, se desarrolla a lo largo del tiempo a través de interacciones consistentes y afectuosas, proporcionando una sensación de seguridad y estabilidad emocional para el hijo.

A veces, aunque el amor esté presente, el vínculo de apego puede verse afectado por factores como la inconsistencia en la respuesta emocional, el estrés, problemas personales, estilos de educación inapropiados, comunicación deficiente, y circunstancias externas. Es crucial trabajar en fortalecer el apego, ya que un apego seguro proporciona una base sólida para el desarrollo emocional y social de tu hijo. Mantener una actitud de amor y fomentar un apego seguro te ayudará a enfrentar los desafíos con una perspectiva más equilibrada y compasiva, creando un entorno donde la relación con tus hijos pueda desarrollarse y prosperar.

Y esto no has de perderlo nunca de vista ya que depende solo de tí, no de tu hijo

Los 6 puntos clave que como padre debes saber y practicar para contribuir al mejor desarrollo de tus hijos

Esta es TU responsabilidad

1. Desarrollar como padre/madre un Apego Seguro

El apego seguro se desarrolla cuando los adolescentes sienten que pueden contar con sus padres en momentos de necesidad. Esto les proporciona una base sólida desde la cual explorar el mundo y enfrentarse a los desafíos de la adolescencia.

Ejemplo: María, una adolescente de 15 años, siempre había sabido que podía contar con su madre, Laura, en momentos difíciles. Un día, después de que el chico que le gustaba en el instituto se riera y se burlara de ella por un grano enorme que le había salido en la cara delante del grupo de «populares», María llegó a casa llorando como una madalena. En lugar de minimizar sus sentimientos y lo ocurrido, Laura la abrazó y le dijo que entiendía cómo se sentía. Esta respuesta empática y de cariño de su madre le proporciono a María la seguridad emocional de saber que no está sola y que sus sentimientos son importantes

Lo que no hubiese sido adecuado:
Laura podría haber dicho algo como: » No es para tanto, ya se te pasará » o » No te preocupes, hay cosas más importantes en la vida «. Este tipo de respuestas minimizan los sentimientos de María y le hacen sentir que sus emociones no son válidas, lo que podría dañar su confianza y generarle dudas acerca del amor incondicional de su madre.

2. Contribuir positivamente en la Construcción de su Autoestima

El amor y el apego seguro por parte de los padres ayuda a los adolescentes a desarrollar una fuerte autoestima. Les permite saber que son valiosos como personas, es decir, que son valiosos por lo que son, por su individualidad, y no por sus resultados o por lo que tienen, lo cual les lleva a sentirse seres dignos de ser queridos, y eso les da confianza para ser ellos mismos y tomar decisiones valientes.

Ejemplo: Carlos, de 16 años, estaba muy nervioso y angustiado por la presentación de un trabajo ante su clase del Instituto en la que se jugaba su nota final. Sus padres, en lugar de presionarlo para que destacase sacando la mejor nota posible, lo apoyaron diciéndole que lo importante era simplemente poner todo su empeño en hacerlo lo mejor posible sin preocuparse por el resultado final y aprender de la experiencia. Después de la presentación, aunque hay que reconocer que no fue ni mucho menos perfecta ni brillante, sus padres lo felicitaron por su valentía y esfuerzo. Este tipo de apoyo es lo que ayuda construir una autoestima alta, a sentirse valorado por su esfuerzo y no solo por unos resultados.

Lo que no hubiese sido adecuado:
Sus padres podrían haber reaccionado con críticas como: «Deberías haber estidiado más» o «No entiendo por qué te pones tan nervioso, deberías haberlo hecho mucho mejor». Este enfoque podría hacer que Carlos se sienta insuficiente y que su valor depende solo de sus logros, afectando negativamente a su autoestima.

3. Ayudar a tu hijo en su Regulación Emocional

Las relaciones seguras en las que el cariño se manifiesta de forma oral y con acciones ayudan a los adolescentes a aprender a regular sus emociones. Saber que tienen un refugio seguro en sus padres les permite manejar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva.

Ejemplo: Lucía, de 14 años, tuvo un muy mal día en el instituto y llegó a casa fuera de sí, sin parar de llorar y expresar la inutilidad de su vida, uno de sus grupos de amigas había organizado una fiesta en casa de una de ellas y no habían contado con Lucia. En lugar de ignorar o quitar importancia a lo que le había ocurrido y a su estado emocional, su padre, Juan, se sentó con ella y la escuchó sin interrumpirla. Su única pregunta al final fue: «¿Necesitas de mi un abrazo, un consejo, o que te invite a una pizza?«. Esta práctica de validar sus emociones fue ayudando a Lucía a aprender a regular sus sentimientos de manera efectiva, reduciendo sus episodios de ansiedad.

Lo que no hubiese sido adecuado:
Juan podría haber ignorado a Lucía o haberle dicho: «Deja de exagerar, no pasa nada por no ir a una fiesta, ponte un rato con la tablet y enseguida se te pasa». Este tipo de respuestas no ayudan a Lucía a aprender a manejar sus emociones y pueden incrementar su frustración y sentimientos de incomprensión.

4. Apoyar su Autonomía

Un apego seguro no significa dependencia. De hecho, proporciona a los adolescentes la seguridad para ser más autónomos. Saben que tienen una base segura a la que pueden regresar, lo cual les permite aventurarse y probar nuevas experiencias.  

Ejemplo: Miguel, de 16 años, quería trabajar a tiempo parcial después del instituto. Sus padres, aunque preocupados por su carga de estudio y exámenes además de los entrenamientos de baloncesto, lo apoyaron en su decisión y lo ayudaron a encontrar un equilibrio entre el trabajo, estudios y deporte. Esta experiencia le permitió a Miguel desarrollar una mayor autonomía y responsabilidad, sabiendo que sus padres confiaban en su capacidad para manejar sus responsabilidades.

Lo que no hubiese sido adecuado:
Sus padres podrían haberle prohibido trabajar, diciendo: «No puedes trabajar y estudiar al mismo tiempo, solo concéntrate en tus estudios, que bastante ya pierdes con el baloncesto». Esto podría haber limitado el desarrollo de la autonomía de Miguel y le habría hecho sentir que sus padres no confían en su capacidad para gestionar múltiples responsabilidades.

5. Proporcionarle la seguridad de que SIEMPRE podrá contar contigo

Los adolescentes que se sienten amados y seguros son menos propensos a involucrarse en comportamientos de riesgo, como el abuso de sustancias o las relaciones peligrosas. El sentido de conexión con sus padres actúa como un factor de protección.

Ejemplo: Isabel, de 15 años, estaba tentada a probar alcohol en una fiesta. Recordando las conversaciones abiertas que siempre tuvo con sus padres sobre los riesgos y las presiones de grupo, y ante la incomodidad por la insistencia de una amiga, decidió llamar a su madre para que la recogiera. Su madre la felicitó por tomar una decisión segura y valiente y la reafirmó en que siempre podía contar con ellos sin importar la situación y decisión que tomase. Este tipo de apoyo y comunicación abierta ayudó a Isabel a tomar decisiones mas seguras y a evitar ciertos comportamientos de riesgo. Evidentemente nuestros hijos tienen derecho, y deben!, explorar y cometer errores, pero los comportamientos continuados de riesgo se minimizan cuando se sienten amados y respetados.

Lo que no hubiese sido adecuado:
Sus padres podrían haberle dicho: «Como alguna vez llegues borracha a casa te quedas tres meses sin salir «. Este enfoque basado en el miedo podría haber disuadido a Isabel de buscar ayuda cuando lo necesitara, y en su lugar, podría haber tomado decisiones arriesgadas para evitar el castigo.

6. Establecer a tu hijo Límites Claros y ser Consistente

El apego seguro no implica permisividad o la ausencia de límites. Al contrario, los límites proporcionan estructura y seguridad, elementos esenciales para el desarrollo emocional y psicológico saludable de los adolescentes. Los límites deben ser claros, consistentes, y comunicados con respeto. Así, los adolescentes aprenden a autorregularse y a entender que los límites existen para su bienestar y seguridad.

¿Hay algún límite que consideras que debes de poner a tu hijo/a?. Sigue este proceso. Aquí te enseño algunos ejemplos de cómo equilibrar el apego seguro con la implementación de límites efectivos:

Comunicación Clara. Ejemplo: Límite: María tiene una hora de llegada a casa establecida a las 22:00. COMUNICACIÓN: Sus padres le explican la importancia de este límite para su seguridad y bienestar, y escuchan sus preocupaciones o necesidades respecto a la hora de llegada, pero son firmes con su decisión. Resultado: María entiende el propósito del límite y se siente escuchada, lo que facilita su cumplimiento.

Consistencia en la Aplicación de Límites. Ejemplo: Límite: Carlos debe completar sus tareas antes de jugar con la tablet u ordenador. CONSISTENCIA: Sus padres mantienen esta regla todos los días, incluso cuando están ocupados o cansados. Resultado: Carlos aprende la importancia de la responsabilidad y desarrolla hábitos de estudio sólidos.

Flexibilidad y Adaptación. Ejemplo: Límite: Lucía debe irse a la cama a las 22:30. FLEXIBILIDAD: En ocasiones especiales, como una fiesta de cumpleaños, sus padres permiten una excepción. Resultado: Lucía comprende que los límites son importantes, pero también aprecia la capacidad de sus padres para adaptarse a situaciones especiales.

Consecuencias Naturales y Lógicas. Ejemplo: Límite: Javier debe atender a cuando puede usar su teléfono móvil y cuando no, y no usarlo durante las comidas familiares ni en la mesa. CONSECUENCIAS: Si rompe esta regla, pierde el privilegio de usar su móvil durante el día siguiente. Resultado: Javier aprende que sus acciones tienen consecuencias y entiende la importancia de respetar las normas familiares.

Modelado de Comportamientos Positivos. Ejemplo: Límite: Ana no puede usar un lenguaje soez, grosero o de mal gusto en casa, y por supuesto mucho menos insultar. MODELADO: Sus padres también evitan el uso de lenguaje inapropiado y se disculpan si alguna vez lo hacen. Resultado: Ana aprende a comunicarse de manera respetuosa y ve a sus padres como modelos a seguir.

Validación de Sentimientos, NO de Comportamientos Negativos. Ejemplo: Límite: Miguel debe completar sus tareas antes de salir con sus amigos. VALIDACIÓN: Sus padres reconocen que es frustrante no poder salir de inmediato, pero le recuerdan la importancia de sus responsabilidades. Resultado: Miguel siente que sus sentimientos son comprendidos, pero también entiende que debe cumplir con sus responsabilidades.

Involucrar a los Adolescentes en la Creación de Límites. Ejemplo: Límite: Isabel debe limitar el tiempo de uso de su teléfono a dos horas al día. INVOLUCRAMIENTO: Sus padres la incluyen en la discusión sobre cuánto tiempo es razonable y cómo estructurar su tiempo libre. Resultado: Isabel se siente parte del proceso y es más probable que respete los límites establecidos.

Empecemos

Si quieres conocer las opciones de planes y precios para trabajar en resolver las dificultades y problemas que enfrenta tu hijo, puedes visitar esta página donde encontrarás toda la información necesaria. Contáctame si tienes cualquier duda o quieres agendar una sesión.

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¿Estás pasando un mal momento en la relación con tu hijo?. Aplícate este cuento

Fábula de Esopo: El viento y el Sol

Esta fábula me parece maravillosa. A mi, personalmente, me ayudó mucho y me abrió los ojos a la hora de actuar con mis hijos, y tiene mucho que ver con lo que significa desarrollar un estilo seguro. Con tu hijo, elige siempre dar calor en vez de soplar de forma huracanada. 

Un muy bonito ejemplo práctico 🙂

Imagina que ya han pasado unos meses y el problema o dificultad de tu hijo ha mejorado considerablemente

¿Qué hiciste tú para ayudar a que lo consiguiese?